martes, 20 de mayo de 2014

Overtoun Bridge: el puente de los perros suicidas

En el condado escocés de Dumbarton existe un centenario puente con una extraña particularidad: los canes que pasan por allí se terminan arrojando al vacío.
 
 
A unos quince metros por encima del río Clyde, en el Milton Town, al oeste de Dumbartonshire en Escocia, yace el Puente Victoria, mejor conocido como el “Puente Overtoun”, un puente famoso porque, desde 1950, muchísimos perros (algunos dicen que más de 500) se han suicidado en él, saltando siempre en días claros y soleados, curiosamente desde el mismo punto, ubicado entre los dos últimos parapetos del lado derecho. A partir de la década del '60, el puente comenzó a ganar notoriedad. Los perros que pasaban por los últimos dos parapetos del lado derecho del puente se detenían en seco y, a continuación, saltaban inexplicablemente por sobre las barandas hacia el vacío. Los canes, por supuesto, después de caer desde lo alto terminaban tendidos en las rocas o en el mismo río, quedando malheridos o muriendo al instante. Lo increíble es que algunos perros que sobrevivían a la caída, amortiguada a veces por el agua, otras por la vegetación, subían nuevamente a lo alto del puente para volver a saltar.
 
En todo caso, aunque quizá nunca haya una cifra oficial de perros muertos debido a la falta de registros, tan solo en el 2005 murieron cinco perros en un espacio de seis meses. ¿Qué los mueve a saltar?, ¿acaso hay espíritus merodeando por el lugar, extraños campos magnéticos o impregnaciones energéticas de tristeza, suicidio y desesperación?, ¿es Overtoun un sitio en que se vuelven más delgadas las barreras que nos separan del más allá?...
 

Trágicas historias

La peor de todas las desgracias del puente, no tiene protagonistas caninos sino humanos. Y es que, en 1994, el soldado Kevin Moy de 32 años fue al puente con su pequeño bebé. Se dice que Kevin andaba metido en tema de drogas y se sabe que siempre insistió en que el puente estaba embrujado. Sea o no cierto, Kevin decía ser el Anticristo, creía que su pequeño bebé de dos semanas era Satanás, y que él y su hijo eran culpables de la Guerra del Golfo, así que tenía que acabar con el mal que ambos representaban y por eso lanzó a su bebé del puente e intentó después suicidarse, sobreviviendo y siendo internado en un hospital psiquiátrico.
Por su parte, Donna Cooper cuenta que, en 1995, iba por el puente con su esposo, su hijo, y su perro Ben; aunque, cuando no faltaba mucho para llegar al final del puente, Ben se puso tenso, corrió frenético hasta el punto en que los perros se suicidan, y saltó como si una fuerza misteriosa lo llamara a la muerte, sobreviviendo a la caída pero con heridas tan graves (se rompió la mandíbula y una pata) que, a causa de su agonía, tuvieron que sacrificarlo.
Al igual que Ben, Hendrix, un Golden Retriever (una de las razas más inteligente de perros), caminaba con su amo, Kenneth Meikle, cuando de pronto se volvió loco, salió corriendo de manera extraña y precipitada, y se lanzó al abismo en el mismo punto que todos, sobreviviendo gracias a una cama de musgo…
Así como las anteriores hay muchísimas otras historias, pero lo más sorprendente es que, en muchos casos, los perros sobrevivieron y, pese a eso, volvieron a saltar en el mismo punto cuando sus amos los trajeron nuevamente al puente maldito…
 
 

Los perros y las energías del más allá

El puente fue construido en 1895 por pedido del calvinista Lord Overtoun, junto a la llamada Overtoun House, aunque hasta 1950 los suicidios de perros no se empezaron a conocer. Curiosamente, la Overtoun House había servido como casa de reposo para soldados heridos, pero sólo hasta 1947, ya que en ese año se transformó en hospital de maternidad, siendo destruida parcialmente por un incendio en 1948, en el cual no hubieron muertes y, después de aquello, el lugar continuó funcionando como hospital de maternidad hasta el 1 de septiembre de 1970, fecha tras la cual, se mantuvo esencialmente como un centro de grupos religiosos. Lo importante entonces es lo siguiente: ¿acaso las energías de los soldados heridos y de lo ocurrido durante el incendio se quedaron impregnadas en el lugar?  Probablemente muchos de esos soldados no deseaban vivir (investigaciones han mostrado que los veteranos de guerra son más propensos al suicidio que otras personas), y evidentemente todos ellos atravesaban un periodo penoso y cargado de tormentos físicos y morales; además, y pese a que no hubo muertos en el incendio de 1948, hubo angustia y terror, y todo eso quedó impregnado en las energías espirituales del lugar. Y es que los perros tienen muy desarrollado el sexto sentido, y pueden ver fantasmas y percibir energías sutiles, de modo que no es extraño pensar que hayan sentido las impregnaciones energéticas de los soldados heridos y de quienes estuvieron en el incendio, además de las presencias de los fantasmas que, según cuentan quienes viven por la zona, habitan en la Overtoun House. Por otro lado, en la mitología celta el área de Overtoun es un “thin place”, esto es, un lugar en que se vuelven mucho más delgadas las fronteras entre el más allá y el mundo en que vivimos. Sin embargo, todo esto no explica del todo por qué saltan del puente y, más aún, por qué saltan siempre en el mismo lugar.
 
Para responder a la pregunta anterior, no queda más que ver las investigaciones de la Sociedad Escocesa para la Investigación Psíquica (SSPR), publicadas en el diario inglés Herald Scotland, y omitidas por prácticamente todas las demás fuentes, tan adeptas del escepticismo que incluso, cuando mencionaron testimonios de psíquicos, sólo presentaron el de una psíquica (Mary Armour) que dijo no sentir nada, mientras que, como contraparte, son muchos los psíquicos que dijeron percibir escalofriantes realidades. Así Catriona Malan, la líder del grupo de diez psíquicos de la SSPR, dijo que “había temas definidos de niños, y varios mencionaron a una mujer victoriana en un chal gris, en el otro extremo del puente”, y que “tres personas se sintieron ansiosas, deprimidas o desorientadas, y cuatro experimentaron sentimientos negativos”. Pero aún más espeluznante fue el testimonio del psíquico John de Glasgow, quien contó lo siguiente:
 
“Sentí que un montón de niños me agarraban las piernas mientras caminaba a través del puente, y me sentí atraído hacia el lado derecho; me sentí muy mal e incómodo en ciertas partes, y a veces era como si me estuviese hundiendo a través del puente”.
 
Corroborando lo anterior, el psíquico Mishka afirmó sentirse horrible en el extremo del puente más cercano al punto en que los perros se suicidaban, mismo extremo en que estaba la mujer de chal gris mencionada por Catriona Malan. También, Mishka contó haber sentido niños a su alrededor, y por si no bastase, una psíquica del equipo, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, contó haber percibido un ministro fantasma y un obrero que había muerto al caer del puente, y que quizá (en este punto no estaba muy segura) ahora llamaba a los perros desde abajo del lado derecho del puente, cerca del extremo en que apareció la mujer del chal gris…
 
 
  
 
 
Investigación y posible explicación
 
David Sands  se encargó de realizar una investigación para descubrir la razón por la que algunos perros se lanzaban desde el puente. Se dio cuenta de que no todas las razas de perro se suicidaban, sólo Labradores, Collies, y Golden Retrievers.

Al principio pensó que se trataría de alguna planta que desprendía cierto olor y eso era lo que atraía a los perros. Finalmente abandonó esa teoría, aunque no iba desencaminado ya que se trataba del olor de un animal, concretamente del visón americano.

Justo en la época que comenzaron los suicidios de perros había tenido lugar en la zona la invasión del visón americano.
El visón tiene en el ano unas glándulas que segregan una sustancia extremadamente olorosa que vuelve loco a los perros y que sirve para marcar su territorio. La zona del puente, hábitat de los visones, es un cauce muy cerrado y carente de corrientes lo que hace que la sustancia se conserve mejor y atraigan sobremanera y de repente a los canes que cruzan.
Con el siguiente vídeo, David Sands quiso hacer un experimento para dar a conocer la verdad del puente de Overtoun. 

La explicación de los científicos no satisfizo a muchos, quienes prefieren creer que detrás del extraño comportamiento de los animales se esconde una explicación mística o sobrenatural. Para estas personas, al menos, el fenómeno de los perros que se “suicidan” desde Overtoun Bridge continúa siendo un verdadero enigma.

 

 
 
 
 
Fuentes: escalofrío.com, guioteca.com
 
 
 

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