Conocida también
como "La Casa Blanca" y "La Encantada", es el nombre con el que se conoce
popularmente a esta casa de la cual la tradición y los frecuentes testimonios
reportan fenómenos paranormales. Se encuentra al costado del camino de Uchupampa
a Catapalla, a 15 minutos de Lunahuaná, distrito de Cañete, Región Lima.
Hay que destacar que
su historia es bien conocida pero no se han obtenido nuevos datos acerca de su
historia fantasmal, por lo que urge una investigación más profunda. la historia
conocida en Cañete cuenta que, cuando llegó finalmente a esta zona del Perú la
guerra con Chile (1881), un hacendado, cuyo nombre la tradición no ha conservado
(algunas versiones dicen que era peruano, en otras, de origen italiano), ya
había construido esta casa, habitándola él y su familia, sin imaginarse el
calvario que luego vivirían. Una noche los soldados chilenos atacaron el pueblo
y lo destruyeron todo.
No contentos con eso
mataron a las personas: fue una masacre. El hacendado y su familia murieron en
esta casa. Años después su nieta heredó la casa y fue a ocuparla, pero no contó
que los espíritus de las personas muertas le acompañarían a partir de entonces:
la familia de la nieta del hacendado comenzó a escuchar todas las noches, viejos
carros chocando, caballos ahogándose, lamentos, voces y una infinita
parafernalia paranormal.
Se dice que no
aguantaron y escarparon, y desde este momento la casa no es habitada por nadie
hasta nuestros días. Tiempo atrás, se pensó en convertir la casa en un hotel y
se realizaron obras para tal fin, las cuales fueron abandonadas
inexplicablemente; actualmente, un visitante atento se dará cuenta de que la
construcción de la Casa Encantada dista mucho de ser de factura del siglo XIX;
en líneas generales, poco queda ya de la casa original.
La tradición del
lugar consideró desde entonces a la casa embrujada de Lunahuaná como un lugar
del cual era mejor mantenerse alejados, lo cual acrecentó su constante
deterioro. Ya entrada la segunda mitad del siglo XX, la historia recobró nuevos
bríos, cuando jóvenes provenientes de la cercana Lima eligieron a Lunahuaná como
lugar preferido para ocasionales campamentos de verano; la historia más
recordada de aquel entonces es la siguiente: en aquel entonces, unos jóvenes que
llegaron a lugar por la noche, vieron luces y escucharon conversaciones y
música: pensaron entonces que en esta casa se hacía una fiesta, así que
contentos entraron y bailaron, aunándose a una divertidísima velada, pero de un
momento a otro, todo se encontraba vacío: gente, música y ruido desapareció de
golpe. Del susto uno salió corriendo de la casa embrujada, saltó a la pista que
cruza en frente de la casa y ahí murió atropellado,...
Las historias acerca
de jóvenes realizando en la casa abandonada sesiones espiritistas y/o sesiones
de ouija se cuentan por centenares de versiones, pero son fantasiosas en su
gran mayoría.
A pesar de eso,
nadie en la región duda de la condición de lugar embrujado de la casa.
Actualmente Lunahuaná es un destino obligado para quien disfruta de la práctica
del campismo y de los deportes de aventura, dada su actual condición de
importantísimo polo de atracción turística; a ese motivo se debe que los
pobladores del lugar conserven pintada la casa y bastante bien identificada
(como verá el lector en la foto); hoy, la casa encantada de Cañete es a la vez,
atractivo turístico, punto de referencia para los que practican trekking y
ciclismo de montaña en el valle. Asimismo, se han vuelto casi tradicionales las
fiestas de Halloween que se realizan cada año, en o las cercanías de esta casa.
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