La
escuela “Peninsula School”, de Menlo Park, (California-USA), sito en el de 920
Peninsula Way, Menlo Park, es hoy un colegio particular, pero desde la
construcción del añejo edificio donde se asienta esta casa de estudios, ha ido
creándose su peculiar historia paranormal, la cual ya lleva más de 80 años de
testimonios acerca de sucesos inexplicables.
Construida la mansión en 1880, por James Coleman, como un
regalo de boda para su joven esposa, Carmelita, esta magnífica edificación fue el
hogar de los Coleman sólo por un breve tiempo: en un trágico y aún no muy claro
accidente, Carmelita Coleman, falleció víctima de varios disparos, en un hotel
de San Francisco.
Después de la muerte de Carmelita, James vendió la
mansión, y nunca se volvió a saber de él otra vez. La Mansión cambió a
propietarios mucho durante los años; sus nuevos residentes no permanecían en
ella demasiado tiempo. En 1906, una joven se lanzó escaleras abajo y se mató. En 1925, la Escuela “Peninsula School” compró la Mansión Coleman y
muy pronto descubrieron la existencia de su residente fantasma: Carmelita
Coleman.
Por
más de 80 años, las historias de niños y adultos que han visto las apariciones
de una mujer delgada, vestida en verde, se han ido acumulando. Igualmente se han
reportado luces brillantes (orbs), y el sonido de pasos, y que han seguido hasta
el día de hoy. Un antiguo Director del colegio piensa que a este fantasma le
gustan los niños y el personal, y que es una presencia “amable”, debido a que le
gusta aparecer mucho y nunca ha hecho daño a nadie en la escuela.
Entre las apariciones y manifestaciones más recordadas,
se encuentran las siguientes: en un descanso, en la escuela, una clase entera de
niños y su profesor, de apellido Starr, pudieron ver frente a ellos a una mujer
de verde, casi transparente, que los miraba y que “los estudiaba” atentamente,
durante 5 minutos. Los veinte niños testigos dibujaron luego de la aparición,
imágenes muy similares entre sí, de una, brillante mujer vestida de
verde.
El
mismo profesor Starr también atestiguó que una vez se encontró a esta mujer
fantasma, mientras recorría uno de los vestíbulos del colegio, a oscuras; para
verla mejor, el profesor encendió la luz, ¡pero ella no desapareció!!, entonces
Starr y el fantasma “pudieron verse uno al otro, por un buen rato”. Finalmente,
es memorable la ocasión en que –según cuentan las historias del colegio-,
delante de sus compañeros, un estudiante corrió directamente a través del
fantasma, el cual había aparecido de repente ante ellos,
atravesándolo.
En
alguna oportunidad una médium californiana, junto con cincuenta personas sostuvo
una sesión de espiritismo en la escuela. Según los presentes, la mujer fantasma
confirmó que ella era en verdad, Carmelita Coleman y les dió una historia
desconocida: acerca de su matrimonio infeliz, la existencia de una amante de su
marido, quien era también muy celoso y posesivo,… y que ante sus reclamos, ella
fue asesinada. Asimismo, el espíritu alegó que su matrimonio se realizó sin amor, sino más bien por engaños y que Coleman
construyó la mansión con el dinero de ella, fortuna la cual el marido se apropió
totalmente después.
Se asegura que el fantasma de Carmelita más
lejos explicó que le gusta "visitar" esta escuela, para mirar a los estudiantes
y actividades de la escuela; que disfruta de la presencia de los niños, le gusta
ver su progreso, así como las mejoras hechas en la escuela. Finalmente, este
espectro amable aclaró que no quiere hacer ningún daño a alguien.
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