Casa Audubon

 

La Casa Audubon se ha convertido en toda una leyenda en la popular calle Whitehead en Key West, Florida, por la presencia del fantasma del Capitán John Hurling Geiger.

La mansión era el orgullo de Geiger que la construyó hacia 1840. Con el tiempo, el capitán se hizo millonario como maestro de demoliciones y construyó la casa para su familia, con la desgracia de que murió al poco tiempo de concluirla. Sin embargo el paso al más allá no impidió a su espíritu hacer guardia en su hogar.

Algunas familias habitaron la casa del capitán después de su muerte y todas la dejaron por las apariciones fantasmagóricas. Los relatos cuentan que la hija favorita del capitán, Lucrecia, frecuentemente lo acompañaba y su presencia era tan terrible que erizaba los pelos. 

John James Audubon, el fundador de la sociedad Audubon, se estableció en la mansión a fines de la década de 1870. Él pensaba que era hijo del rey Luis XVI y María Antonieta de Francia, y que había llegado al país a temprana edad después que sus padres fueran asesinados. Fue adoptado por una mujer llamada Jean Audubon, quien trajo al príncipe a América. En Estados Unidos mantuvo oculta su identidad, y formó una organización de preservación de aves, la Sociedad Audubon. John James vivió en la casa construida por Geiger por pocos años hasta su muerte.

Quienes han visitado la casa aseguran haber visto la imagen de su figura alargada penando por los pasillos de la casa.

 

Sala de la casa decorada en nombre de John James Audubon y su afición a las aves.