lunes, 6 de febrero de 2012

Castillo Fraser





El Castillo de Fraser es el castillo más elaborado de Escocia y uno de los más grandes "Castillos de Mar". Se encuentra en Kemnay en el condado de Aberdeenshire en Escocia.


Originalmente conocido como Muchall-in-Mar, la construcción de este castillo fue comenzada en 1575 por el 6º Laird de Fraser, Michael Fraser, en la base de una torre anterior de alrededor de 1400, y fue terminada en 1636. Hay un panel en la fachada norte del castillo firmado con "J Bel", se cree que es la marca del maestro albañil John Bell de Midmar, el castillo es una creación conjunta con otro maestro albañil de la época, Thomas Leiper y con James Leiper.



El castillo de Fraser es de la misma época que otros castillos cercanos como el Castillo de Craigievar, el Castillo de Crathes y el Castillo de Muchalls. El castillo de Muchalls fue construido sobre una fortaleza del siglo XIII del Clan Fraser, y la reconstrucción del siglo XVII fue también llevada a cabo por el maestro albañil Leiper.

El castillo de Fraser fue construido como casa de la familia Fraser de Muschalls, quienes vivieron allí hasta 1921. El castillo fue vendido por Teodora Mackenzie Fraser debido a que no había herederos válidos que pudieran heredar. El comprador fue Weetman Pearson, Primer Vizconde Cowdray. La familia Pearson restauró el castillo como campo de tiro y lo donó al National Trust for Scotland en 1976.


Cuenta la leyenda que una joven princesa, mientras se alojaba en el castillo, fue brutalmente asesinada mientras dormía en la 'Sala Verde'. Su cuerpo fue arrastrado por las escaleras de piedra, dejando un rastro de manchas de sangre. Tan duro como frotaron, los ocupantes del castillo no pudieron quitar las manchas, por lo que se vieron obligados a cubrir los escalones con madera, tal y como están hoy en día, sin embargo las manchas de sangre vuelven a salir sobre las maderas.


Se dice que la joven todavía acecha los pasillos del castillo durante la noche. Es más probable, sin embargo, que las escaleras de piedra fuesen cubiertas para que fueran más fáciles de sibir a medida que fueron utilizadas como escalera del servicio en el siglo XIX.

El antiguo propietario, Eric Wilkinson afirmó que había habido numerosas apariciones de fantasmas; también una antigua propietaria, Lavina Smiley, decía escuchar con frecuencia música de piano en el castillo vacío.



Lo de la princesa me recuerda al libro "El fantasma de Canterville", en cuyo castillo por más que fregaran los nuevos dueños nunca podían quitar las manchas de sangre...
 

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